Después de una centuria de existencia, Claude Lévi-Strauss se nos ha ido. Nos deja un legado intelectual muy valioso, imprescindible para comprender el siglo que le acompañó. Padre del estructuralismo y maestro de una multitud de antropólogos, creó un nuevo método de investigación científica para ser aplicado a la ciencia antropológica: en todas las sociedades, independientemente del tipo de cultura a la que estén arraigadas, sus miembros establecen relaciones conforme a una determinada estructura, la misión del antropólogo es descubrirla, analizar los mitos, las costumbres, los ritos religiosos, las relaciones de parentesco y, por último, las instituciones y sus relaciones sociales. Siguiendo estos caminos, Lévi-strauss partía de la aplicación de los opuestos para interpretar los elementos míticos y los rituales religiosos, llegando, en última instancia, a la conclusión de que el hombre no es dueño de su pensamiento, sino que es un ser frágil, limitado y atrapado en una estructura mental de la que no puede desprenderse, ni siquiera superar: el hombre no es libre, deambula al son marcado por su estructura. El sentimiento trágico se refleja en sus últimas declaraciones: “El ser humano vive en un régimen de endogamia, de envenenamiento interno. Ahora que mi existencia llega a su fin, puedo decir tranquilamente que no me gusta este mundo”. Sin embargo, a pesar de su pesimismo, éste nunca fue un obstáculo en su labor investigadora, siempre embarcada en la búsqueda de nuevos conocimientos. Una actitud respetuosa hacia las culturas primitivas le permitió develar las complejas estructuras que subyacían en sus instituciones sociales y que hasta entonces se pensaba eran patrimonio exclusivo de la civilización occidental. Mientras su método consistía en el análisis y la interpretación de las diferencias culturales y en el rechazo de los prejuicios contemporáneos de la civilización occidental, su lógica platónica le conminaba a estudiar las formas de oposición y transformación de los mitos siguiendo la lógica de sus propias articulaciones estructurales. Las cosas, la realidad, los productos culturales se nos presentan previamente codificados siguiendo un orden ya incorporado y que es menester que el antropólogo descubra. Estudiando a los pueblos llamados primitivos como los nambikwara o los bororo de la selva amazónica, su magia, sus mitos, su ciencia, no fue sólo el sendero para el desarrollo del método estructuralista, sino también el camino para comprender mejor la propia realidad.
En estos días la Antropología está de luto. Se nos ha ido el máximo exponente de la antropología moderna, pero como dice Bernard Kouchner: “No sólo perdemos a un antropólogo dotado de una conciencia universal, sino además un heredero de las Luces, cuya reflexión científica ha estado siempre marcada por una elevada conciencia moral”
Lecturas recomendadas de Lévi-Strauss:
- Tristes trópicos.
- El pensamiento salvaje.
- Antropología estructural.
- Estructuras elementales del parentesco.
En estos días la Antropología está de luto. Se nos ha ido el máximo exponente de la antropología moderna, pero como dice Bernard Kouchner: “No sólo perdemos a un antropólogo dotado de una conciencia universal, sino además un heredero de las Luces, cuya reflexión científica ha estado siempre marcada por una elevada conciencia moral”
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